lunes, 1 de noviembre de 2010

Si uno se cae, se levanta inmediatamente y a seguir luchando



Ha muerto Marcelino Camacho. Cuando estaba escuchando la noticia en la televisión se me escaparon unas lagrimas que me sorprendieron, quizá fue debido a que la forma de desarrollar la noticia  me hizo recordar a mi padre, no lo sé.

Recuerdo que cuando fue legalizado el Partido Comunista en Abril del año 77, yo estaba en Túnez de vacaciones y allí me enteré y no solo sentí una tremenda alegría porque eso significaba que había intención de un cambio político, sino que también sentí pena, porque solo con que lo hubieran legalizado un año antes……

Marcelino Camacho nació en Enero de 1918 y se afilió al Partido Comunista en 1935, con 17 años. Lucho en la guerra civil española  en el bando republicano. Tras la derrota de éste, fue juzgado y condenado en represalia por el bando vencedor: fue encarcelado y, más tarde, asignado a un batallón de trabajos forzados en Tánger de donde se evadió y pidió asilo en la Argelia francesa.

En 1957 fue indultado y regresó a España, trabajó como obrero metalúrgico en la empresa Perkins Hispania; allí fue elegido miembro del Comité de Empresa. Desde principios de los años sesenta impulsó la formación de las ilegales Comisiones Obreras que, bajo inspiración fundamentalmente comunista, defendían los derechos de los trabajadores al margen del sindicato único del régimen de Franco.

Fue detenido por ello en 1967; encarcelado durante nueve años por la dictadura, el proceso judicial contra él y sus compañeros sindicalistas («Proceso 1.001») se convirtió en un símbolo mundial de la lucha por las libertades; recuperó la libertad por el indulto concedido a la muerte de Franco.

Cuando el movimiento de Comisiones Obreras se unificó en una confederación sindical, Camacho fue elegido su primer secretario general (1976). Las primeras elecciones democráticas de la Transición (1977) le dieron un escaño de diputado, al cual renunció dos años después para evitar el conflicto entre la disciplina de voto del partido y su fidelidad a los intereses de los trabajadores”.

Marcelino Camacho fue un hombre afortunado ya que a pesar de la persecución de la fue objeto y su encarcelamiento consiguió vivir la legalización de su partido, de su sindicato y ver como se instauraba y consolidaba la democracia en España y  ver  como CC.OO. crecía vertiginosamente en número de afiliados.

“Ni nos domaron, ni nos doblaron ni nos van a domesticar”, fue una de sus celebres frases, frase que puede ser suscrita por cualquiera entre los millones de represaliados por el régimen franquista, como por ejemplo mi padre.

Mi padre nació en Abril de 1918 y también se afilió con 17 años al Partido Comunista, también luchó en la guerra civil, y un par de  años después de terminada la guerra fue detenido y encarcelado por su militancia comunista.

Pasó más o menos diez años en la cárcel, en Ocaña, Burgos, Madrid, lo mejor de su juventud. Salió cuando tenía 33 años, se hizo novio de mi madre y allá por el año 53, cuando él tenía 35 años se casaron. El no se exilió, siguió viviendo en España, con el estigma de haber sido “rojo”.


Su vida tiene un cierto paralelismo con Marcelino Camacho pero él no tuvo su suerte, no llegó a ver la legalización del Partido Comunista, ni como se consolidaba la democracia, murió poco más de un año antes de las primeras elecciones democráticas después de una dictadura de 40 años.

Lo que sí vio fue morir a Franco. Mi padre estaba ingresado en el Hospital Clínico, y por entonces Franco estaba dando sus últimos estertores, y él siempre decía: “Por aquí le veré pasar”, y tuvo suerte y le vio, pero poco más pudo ver porque murió en Enero del año 76 apenas dos meses después que Franco.


5 comentarios:

El rey lagarto dijo...

Gracias por esta entrada Mcb, mas que merecida en este mundo cada mes mas vació y vacuo. Ya no quedan hombres ni personas como este hombre... Los tiempos están cambiando, por desgracia.

Y vedder de fondo, que bueno...

MCB dijo...

Gracias a ti. Es verdad que ya no queda gente así, luchadores por sus ideales y por lo que creen justo.

Ahora se ven las cosas de otra forma mas vacia como tu dices, parece como si las ideas ya no tuvieran importancia.

Y Vedder, bueno no, buenisimo.

catacaldos dijo...

Como no he podido darle en su momento el merecido homenaje , si no te importa y como muestra de respeto al bonito post que le has dedicado , el texto va a ser un enlace a tu blog para que mi texto sea el tuyo , yo no lo habría escrito mejor.

MCB dijo...

No me importa en absoluto, todo lo contrario, muchas gracias por enlazar el post.

catacaldos dijo...

Gracias a tí , la historia la viví con mi abuelo , no con mi padre, pero me vale casi igual de bien.