sábado, 23 de abril de 2011

El almeal de Pablo

A mediados del siglo XVI, existía en lo profundo de la sierra de Gredos, un granjero llamado Pablo Martínez. Este hombre era admirado y a la vez envidiado por los demás granjeros de la región ya que todos los años conseguía una gran cosecha de cereales. Pero además de buen agricultor, este hombre era también muy enigmático, se contaba que un año de grandes tormentas, su hijo desapareció sin dejar ningún rastro mientras su padre disfrutaba de la construcción de un almeal con el heno que había conseguido en sus plantaciones.

Se decía que los almeales de Pablo eran los más grandes y más perfectos de la zona y eso producía una gran curiosidad a la gente. Por ello, algunos vecinos se escondieron entre la cebada para espiar al granjero ya que se decía que practicaba brujería.

Con asombro, observaron cómo Pablo se levantó y en torno a una gran hoguera cogió una azada y comenzó a golpear bruscamente uno de sus grandes almeales mientras pronunciaba un extraño lenguaje. De repente comenzó a salir sangre de ese almeal y los vecinos huyeron despavoridos. Pablo fue acusado de brujería ante el tribunal de la Inquisición y fue condenado a muerte en la horca.

Pasaron los años y esos amelaes se fueron secando a la vez que los hombres del pueblo morían por su avanzada edad, pero cuál fue la sorpresa al observar que los cadáveres de las personas, una vez enterrados, iban desapareciendo sin ninguna explicación.

Pasaron los años y un grupo de montañeros descubrieron en el corazón de la Sierra de Gredos una extraña montaña con forma de ataúd, al llegar a la ansiada cima, los montañeros desaparecieron dejando sólo un diario de expedición de donde se ha sacado esta historia.

La leyenda dice que ese pico fue llamado el almeal de Pablo y que los cadáveres de la gente del pueblo fueron amontonados por Pablo y más tarde se convirtieron en piedra, también se dice que en la cima se puede distinguir la figura de un niño, el hijo del granjero, cuya alma fue vendida al demonio y por último, se dice que cada vez que alguien muere en los pueblos de alrededor, la montaña aumenta unos centímetros de altura...


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