domingo, 8 de noviembre de 2009

Those were the days my friend –como la canción de Mary Hopkin



No voy a describir ninguna ruta ni ninguna via que haya escalado -y con uno de los mejores por cierto- porque no me acuerdo de los detalles aunque si tengo un recuerdo global, además tampoco tendría ningún sentido ya que están todas descritas y por gente preparada no como yo. Lo bueno de escalar con Loquillo, al menos para mi, teniendo en cuenta mis grandisimas limitaciones, además del honor que representaba escalar con él, que ya hubieran querido muchos ya, era que no tenías que preocuparte de nada, solo de trepar, el se ocupaba de todo.

Pero lo que si me gustaría intentar explicar, aunque eso si que es dificil, es el sentimiento de aquellos tiempos y de aquella Pedriza, y aunque la vida me llevó por un camino distinto de aquel por donde empecé, todavía hoy perdura. Es un sentimiento que forma parte de tí, que llevas dentro.

De una forma inconsciente y por poner un ejemplo, si tienes que elegir entre una playa paradisiaca o una montaña para poner como fondo de escritorio, eliges siempre la montaña. Yo en mi ordenador tengo una foto de Yosemite, anteriormente tuve una del Cervino, etc. vas buscando ese tipo de cosas.

Un pais que me encanta y en el que he estado tres veces, aunque siempre con personas ajenas a la montaña, es Suiza. Alli en cualquier dirección que mires ves una montaña. La última vez que estuve alli quise ir al Jungfrau a ver el Eiger, pero como fui en un puente, tenia poco tiempo y queria hacer y ver muchas cosas me tuve que conformar con ir al Pilatus que estaba mas en mi ruta, aunque tambien me gustó la experiencia, incluso dejé algo escrito allí. La sensación que se siente en el pecho cuando miras hacia un lado y otro y solo ves montaña y nieve es increible. Con esto lo que intento decir es que la montaña se lleva dentro y no importa cuanto tiempo pase, siempre esta ahí.

Yo empecé en Pedriza y nunca salí de la Sierra de Guadarrama, solo una vez estuve en Gredos, por supuesto que despues he estado en otros sitios, pero mis andanzas montañeras siempre se han desarrollado en la Sierra de Guadarrama y fundamentalmente en Pedriza. Incluso mi "noche mas hermosa" la viví en Pedriza, una noche de luna llena entre el Tolmo y el Pájaro. En otro momento la contaré porque no es lo que parece, es apta para todos los públicos


2 comentarios:

trippero dijo...

Los equipos serán mejores, la técnica será más depurada, la condición física muy superior, pero las montañeras..., no hay color.
Esto empieza a pintar bien, sigue así, me está empezando a gustar (el blog, ya sabes).
Un ferviente seguidor.

MCB dijo...

GRACIAS.