domingo, 24 de octubre de 2010

El avance de la suciedad



Esta mañana cuando salí a la calle la esquina estaba, como viene siendo habitual en los últimos meses,  llena de bolsas de basura. Eso pone de manifiesto, por un lado que los vecinos somos poco cuidadosos con nuestro entorno y por otro la falta de limpieza por parte del Ayuntamiento de Madrid, porque se da la circunstancia de que no tenemos contenedores y es por ese motivo por el que están las basuras en el suelo. Solo tenemos contenedor de “vidrio” que siempre está lleno y de “papel y cartón” que tampoco recogen.

Mientras hacía malabarismos para poder tirar unos papeles en el contenedor sin caerme encima de las bolsas de basuras, algunas a medio cerrar, ha llegado una señora, de unos sesenta y tantos años.

Mi esquina

- Qué vergüenza, como está la calle de basura – ha dicho la señora.
- Si, es verdad está muy sucia. – he contestado
- Esto son las cosas de Zapatero – responde
- No señora, esto no depende de Zapatero, esto depende del Ayuntamiento de    Madrid, y el alcalde es Ruiz Gallardón.
- Ese sí que es bueno, ese tenía que ser el presidenteme dice
- Señora pues es de Ruiz Gallardón como Alcalde de quien depende recoger la basura la he respondido.
- De eso nada,  la culpa es de Zapatero, a ver si le echan ya.

Llegados a este punto, la he dejado por imposible, porque estaba claro que la buena señora no iba a entrar en razón. Esto me ha hecho preguntarme si la gente cuando va a votar sabe, el qué, cómo y a quién vota, y he llegado a la conclusión de que no.
Esto no pasaría de ser una anécdota si no fuera porque, al leer el periódico, en la parte de Madrid, venía un artículo de tres páginas dedicado al tema de la basura “La suciedad avanza en Madrid” se titulaba el artículo.

Colchones tirados en la calle en Chueca. Contenedores a rebosar en el barrio de las Letras. Cartones por los suelos en cualquier esquina de Lavapiés. Bolsas de basura que  rebosan en los cubos de Argüelles y Moncloa. Un inodoro tirado en pleno barrio de Chamberí. ¿Está Madrid más sucia en los últimos meses?

Sí, responden las asociaciones de vecinos. Sí, aseguran los operarios de limpieza y los sindicatos del sector. Mucho más, reitera la oposición en el Ayuntamiento. No, los recortes en los contratos con las empresas del sector han afectado algo durante el  verano, pero la ciudad está limpia, aseguran desde la Concejalía de Medio Ambiente”

Lo cierto es que en Mayo 2010 y achacándolo a la crisis, el alcalde de Madrid, anuncia un recorte del 15% de media, en los contratos con las empresas que trabajan con el Ayuntamiento. Las que se encargan de la recogida de basuras, limpieza viaria y parques y jardines se ven directamente afectadas.

La supresión del servicio de recogida de muebles viejos se ha sumado al problema. Antes del recorte, solía pasar una vez al mes pero los vecinos han seguido sacando los muebles a la calle, sin saber que ya no pasa el camión.

¿estarán bailando?
Esto  sería una simple casualidad si no fuera porque esté fin de semana el Partido Popular ha celebrado una convención en Madrid, en la que hemos visto a Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz Gallardón, besándose y abrazándose, cuando de todos es sabida la enemistad manifiesta que existe entre ellos. Hemos oído lanzar soflamas contra el gobierno de la nación, en relación con el paro, los impuestos, etc., etc.

Parece que Mariano Rajoy se ha olvidado o no sabe que el Ayuntamiento de Madrid, es el más endeudado de España, que la deuda ha aumentado un 391% (no me falta ninguna coma, es lo que parece trescientos noventa y uno por ciento) desde que Ruiz Gallardón es alcalde de Madrid, que la deuda municipal a 30 de Junio de 2010 ascendía a 7.145 millones de euros y que representa el 24,33% de la deuda total de los Ayuntamientos españoles, que critican la subida del IVA en UN PUNTO, mientras que la caótica situación del Ayuntamiento de Madrid ha provocado una elevación de la presión fiscal, de casi un (300 por cien), recordemos que además el Ayuntamiento impuso una Tasa por la recogida de residuos urbanos, cuando precisamente lo que ha hecho ha sido reducir en unos casos y suprimir en otros  la prestación de dicho servicio. Que tiene unos retrasos en el pago a proveedores de hasta nueve meses, lo que provoca que haya algunas empresas de las que prestan servicios al Ayuntamiento que tengas problemas a la hora de pagar las nóminas de sus empleados y en algunos casos se produzcan despidos y que no se hagan nuevos contratos de sustitución. Desde luego así no se acaba con el paro. Parece también que el Sr. Rajoy se ha olvidado que el Ayuntamiento de Madrid, está regido por el Partido Popular.

Y esto solo es en lo que se refiere a la recogida de basuras y al Ayuntamiento que si nos metemos con la Comunidad de Madrid, tendremos otro tanto.

¿Será que el Sr. Rajoy nos toma por tontos? La respuesta es que sí que nos toma por tontos y que además lo somos, y me remito a la conversación mantenida con esa señora de mi barrio esta mañana.

Esto debería enviarlo a un periódico, pero es demasiado largo y no me lo publican, aunque voy a intentar reducirlo y a lo mejor lo hago.


martes, 19 de octubre de 2010

El libro

Imprenta de Gutenberg
No es hasta el siglo XV, que se dan dos innovaciones que revolucionaron la producción de libros en Europa. Una fue el papel, cuya confección aprendieron los europeos de los musulmanes quienes, a su vez, lo habían aprendido de los chinos.  La otra fue los tipos de imprenta móviles de metal, que habían inventado ellos mismos, fue el alemán Johann Gutenberg quien inventó la imprenta basada en los tipos móviles de metal, y publicó en 1456 el primer libro importante realizado con este sistema, la Biblia de Gutenberg. Estos avances simplificaron la producción de libros, convirtiéndolos en objetos relativamente fáciles de confeccionar y, por tanto, accesibles a una parte considerable de la población. Al mismo tiempo, la alfabetización creció enormemente, en parte como resultado de los esfuerzos renacentistas por extender el conocimiento y también debido a la Reforma protestante, cuyos promotores defendieron la idea de que cada uno de los fieles debía ser capaz de leer la Biblia e interpretarla a su manera. Como consecuencia de estos avances tecnológicos, en el siglo XVI, tanto el número de obras como el número de copias de cada obra aumentó de un modo espectacular, y este crecimiento comenzó a estimular el interés  por los libros.

Biblia de Gutenberg

Los impresores renacentistas italianos del siglo XVI establecieron algunas tradiciones que han sobrevivido hasta hoy. Entre ellas se encuentran, por ejemplo, la del uso de caracteres de tipo romano e itálico, de composiciones definidas o de portadas de cartón fino, a menudo forradas en piel.

Con la invención de la imprenta, el paso de los siglos, y los avances tecnológicos, se fue haciendo más fácil acceder a los libros, hasta que hoy los libros son algo totalmente integrado en nuestras vidas, muy pocas serán las personas que no hayan leído nunca un libro, la mayor parte personas mayores que en su día no tuvieron acceso a la enseñanza.

E-BOOK
Actualmente en Internet los blogs son una fuente importante de lectura, además también muchas obras literarias están al alcance de todo el mundo ya que hay multitud de webs desde donde se pueden descargar libros de forma gratuita, aunque con la creación de los e-book, versión digital de un libro, la descarga sí tiene un coste, aunque es menor que un libro convencional, pero todavía no está muy extendido a nivel popular este tipo de “libros”, aunque evidentemente serán los libros del futuro, lo que hará que los libros, como los de la exposición permanente del Castillo de los Templarios, sean más valorados. 

La lectura, para mí, es…. vida. Me proporciona conocimiento, cultura, evasión, placer, diversión, compañía, ya que está conmigo tanto en los momentos buenos como malos de mi vida, haciendo que ésta sea mucho más agradable.

Desde que tengo recuerdo,  y una vez que aprendí a hacerlo, siempre he leído,  mis primeras lecturas  fueron los consabidos cuentos infantiles, como La Bella Durmiente, Cenicienta, Caperucita Roja, etc.
He leído libros de hadas y de príncipes y princesas y cuando fui un poco mas mayorcita, tendría más o menos nueve o diez años, leí la serie de  “Las Torres de Mallory”, de Enid Blyton que era una escritora inglesa, especializada en literatura infantil y juvenil muy leída en la época, esta serie narraba las aventuras de unas niñas en un internado ingles. En el colegio, en cambio leíamos “El Quijote”.

El Capitán Trueno
Como es natural, no todo eran cosas serias,  también leía tebeos, algunos de los cuales eran más bien para chicos como los de las aventuras de “El capitán trueno”, también me gustaban los tebeos de humor, de la Editorial Bruguera con sus personajes “Mortadelo  y Filemón”, “Rompetechos”, “Zipi y Zape”  “Anacleto, agente secreto” “13 rue del Percebe” “El botones Sacarino”, este último era mi preferido, me encantaba ver las trastadas que les hacía, al “presi”  y al “dire”, me gustaba incluso de mayor y me he reído con ganas leyendo su historietas. También leí a Mafalda, pero eso sería un poco mas tarde.

Cuando  era niña, existía en mi barrio, una tiendecita muy pequeña donde además de comprar chucherías, se podían cambiar cromos, tebeos y novelas por muy poco dinero, ya que a finales de los años sesenta, las economías no permitían comprar ejemplares nuevos con frecuencia, recuerdo que incluso he llegado a leer novelas románticas y  del oeste, de Zane Grey y Silver Kane, que cambiaba en esa tienda, y aunque en realidad nunca me llegaron a preguntar, si lo hubieran hecho tenía pensado decir que eran para mi madre; por supuesto las leía a escondidas. Lo importante era leer y leía cualquier cosa que cayera en mis manos.

No recuerdo exactamente cuál fue mi primer libro de “adulta”, pero seguramente sería alguno de “Selección de Reader’s  Digest;  mi padre estaba suscrito a la revista “Selecciones” en la que algunos artículos eran bastante interesantes, también vendían libros, que generalmente eran novelas condensadas, y a lo mejor en un volumen venían 4 o 5 novelas de renombre. Todavía conservo algunos de estos libros.

Pearl S. Buck
Tenía mi padre una colección de Pearl S. Buck. Eran unos libros forrados de piel negra, con letras doradas y un papel muy fino, como de cebolla, con el reborde de las hojas también en dorado, y que parecían una biblia,  que yo le decía que me dejara leer, pero él siempre me contestaba que era muy pequeña y no los iba entender. Cuando por fin me dejó leerlos, debía de tener unos trece o catorce años, me sentí tremendamente feliz. Empecé leyendo “Viento del Este, viento del Oeste”, que precisamente fue su primera novela, y seguí con “La Buena Tierra”, con la que obtuvo el “Premio Pullitzer” “Hijos” “La madre”, “La estirpe del dragón” y muchos más de la misma autora, todos ellos ambientados en la China pre-comunista y este último trataba sobre la invasión japonesa a China. Una vez que los leí entendí porqué no me dejó leerlos antes. Pearl S. Buck consiguió el Nobel de Literatura en 1938.

Estos fueron los primeros libros que leí  y a partir de ahí ya no he parado de hacerlo nunca, libros de todo tipo, mas de una vez he pasado la noche entera sin dormir, leyendo porque era incapaz de dejar el libro con el que estaba, puede haber temporadas en que lea menos, pero siempre, siempre, hay un libro en mi mesita de noche.

Uno de los últimos libros que he leído ni siquiera está publicado, pero estoy segura de que lo estará. Relata las aventuras y desventuras de un jovencito, que leyendo un artículo en una revista se enamora de la montaña, a partir de ahí nos va narrando sus vivencias a la vez que nos muestra la vida en España desde la década de los setenta hasta el día de hoy en que continua enamorado de la montaña. Me gustó mucho y creo que es bastante bueno.

Yo nunca donaré libros para una exposición, porque mis libros son libros normales y corrientes, de tapa dura algunos, en rústica otros, leídos y releídos, pero que para mí son tan valiosos como esos que componen la exposición “Templum Libri”, porque con ellos he llorado, he reído, he soñado, en definitiva, he vivido.

miércoles, 13 de octubre de 2010

Mileurista

El lunes día 11 cobré mi primer sueldo completo del Estado. No, no he aprobado unas oposiciones a la Administración Pública, no, es que estoy en el paro. Casi soy mileurista, me faltan unos pocos euros para llegar, pocos, pero me faltan, claro que a lo mejor hasta podríamos considerar que si lo soy.

Echando la vista atrás no consigo recordar cuando gané eso por última vez, desde luego en euros nunca lo he ganado, por lo tanto, recordando que el euro se empezó a utilizar en el 2002, y que mis subidas salariales siempre fueron únicamente lo que establecía el convenio colectivo y teniendo en cuenta también la evolución de lo firmado en los convenios de mi sector en los últimos años,  hace cuanto menos diez años que no cobraba ese dinero, es más, creo incluso que hace mucho más tiempo.

Asi que yo me pregunto, ¿de qué me ha servido entonces cotizar por el importe que he cotizado los últimos años si a la hora de la verdad no sirve de nada?

Además, percibo el importe máximo que paga el INEM, que al no tener hijos está fijado en 1.087€, de ahí deducen el importe correspondiente para la Seguridad Social, pero lo curioso es que, no descuentan a todos los que cobran los 1.087€ el mismo importe, si no que influye la base de cotización que se tenía cuando se estaba en activo, cosa por otro lado que no entiendo, ¿porqué una persona que si bien tuviera una base de cotización menor que la mía en activo, pero ahora cobra exactamente lo mismo que yo, paga menos que yo?. ¿No sería lo correcto descontar el mismo importe en concepto de cuotas a la seguridad social al percibir el mismo salario? Debería ser a igual salario, igual descuento. Yo ya pagué en su día mis impuestos de I.R.P.F, y mi cotización a la seguridad social en función a la base reguladora que tenía en ese momento.

Francamente estoy indignada, muy indignada, esto debería de cambiar. Es totalmente injusto.

¡¡Hoy tengo el dia contestatario!!

Ya me dijo en una ocasión el primer jefe que tuve, allá por los gloriosos años setenta, que era una contestataria, es verdad, lo era y lo soy.

Empecé muy joven a trabajar, como se hacía por entonces, y digo los gloriosos años setenta porque la juventud en esa década, era un poco contestataria, escuchábamos  muy buena música porque había unas bandas de rock impresionantes, en mi caso además estaba la montaña, que era una forma de vida diferente y en España luchábamos por acabar con la dictadura de Franco, que daba los últimos coletazos.

¿Hay quien de más?


Bueno, pues ya he protestado un poco por hoy.

sábado, 9 de octubre de 2010

EL Códice

Hace poco me dijeron que hacer una crónica sobre una exposición está muy bien pero que debería escribir acerca de mis sentimientos por esos libros, yo contesté que no podía escribir sobre eso porque no tenía ningún sentimiento hacia esos libros en concreto porque ni eran míos, ni había llegado a verlos, sin embargo no es del todo cierto.

No tengo el sentimiento que da la posesión, ese sentimiento de orgullo por ser poseedor un libro de estas características, pero indudablemente sí que siento la emoción que despierta la contemplación de la belleza de una obra de arte, como es cada uno de estos libros, libros que fueron copiados una y otra vez pero que sin embargo cada uno de los artistas que los copiaban añadían algo de su propia cosecha. 

Libro de ajedrez de Alfonso X el Sabio
En el siglo I, comienzan a aparecer los primeros códices, en su intento de sustituir los incómodos rollos y son el antecedente de los libros actuales Consistía en un cuadernillo de hojas hechas de madera cubierta de cera, de modo que se podía escribir con algo afilado y borrarlo después, si era necesario. Entre las tabletas de madera se insertaban, a veces, hojas adicionales de pergamino, poseían la ventaja de ser más cómodos en su manejo ya que permitían encontrar el pasaje que se buscaba y podía contener escritura por las dos caras. 



Arca de Noe - Beato de Urgell
A comienzos de la Edad Media, en Europa, eran los monjes quienes escribían los libros. La mayor parte de ellos contenían fragmentos de la Biblia aunque muchos eran copias de textos de la antigüedad. Los monjes solían escribir o copiar los libros en los monasterios en amplias salas denominadas escritorios. Utilizaban gran variedad de estilos que tenían en común el  escribir los textos en letras mayúsculas. Más tarde, como consecuencia del resurgimiento del saber impulsado por Carlomagno en el siglo VIII, los escribas comenzaron a utilizar también las minúsculas, cursivas, y a escribir sus textos con una letra fina y redondeada que se basaba en modelos clásicos, en la que se inspiraron siglos después, algunos tipógrafos del renacimiento. A partir del siglo XII, sin embargo, la escritura degeneró hacia un tipo de letra más gruesa, estrecha y angulosa, que se amontonaba en las páginas formando densos cuerpos de texto difíciles de leer.



Muchos libros medievales contenían dibujos realizados en tintas doradas y de otros colores, que servían para indicar los comienzos de sección, para ilustrar los textos o para decorar los bordes del manuscrito. Estos adornos iban desde los intrincados ornamentos del Libro de Kells, una copia de los Evangelios llevada a cabo en Irlanda o Escocia en el siglo VIII o IX, a las delicadas y detallistas escenas de la vida cotidiana del Libro de horas, del duque de Berry, un libro de oraciones confeccionado en los Países Bajos por los hermanos Limbourg en el siglo XV. Los libros medievales tenían portadas de madera, reforzadas a menudo con piezas de metal, y poseían cierres en forma de botones o candados. Muchas de las portadas iban cubiertas de piel y, a veces, estaban ricamente adornadas con trabajos de orfebrería en oro, plata, esmaltes y piedras preciosas. Estos bellísimos ejemplares eran auténticas obras de arte en cuya confección intervenían, hacia el final de la edad media, orfebres, artistas y escribas profesionales. Los libros, por aquella época, eran escasos y muy costosos, y se realizaban, por lo general, por encargo de la pequeñísima porción de la población que sabía leer y que podía sufragar sus gastos de producción.


Libro de horas del Duque de Berry

Entre los manuscritos miniados españoles destacan los llamados beatos, libros bellamente decorados, sobre los Comentarios al Apocalipsis del Beato de Liébana.

El Beato de Liébana, fue un monje franciscano del Monasterio de San Martin de Turieno, localizado en la comarca de Liébana (Cantabria) en las estribaciones de los Picos de Europa, siendo su obra más conocida los Comentarios al Apocalipsis de San Juan”, Se cree que murió en el año 798.

Se hicieron varias copias de los “Comentarios al Apocalipsis” de las que han llegado hasta nuestros días del orden de unos 24 beatos.

martes, 5 de octubre de 2010

El Papiro


El día 29 de Julio se presentó en el Castillo de los Templarios de Ponferrada la colección  Templum Libri, esta colección está formada por cerca de 300 facsímiles de los mejores códices que se copiaron y miniaron en los principales talleres, tanto monásticos, "los beatos” de Liébana, como laicos, y que son obras de arte medieval, así como libros de autor, dibujos de Leonardo Da Vinci, Quijote ilustrado por Dalí, el Codex Calixtinux, la Biblia de Kells, Libros de horas, Atlas, de Historia Natural, y varias obras de arte más.

Beato de Liébana Valladolid
Esta colección ha sido cedida al Ayuntamiento de Ponferrada para su fondo de biblioteca y exposición permanente, por Antonio Ovalle García, leonés de San Juan de la Mata y amigo mío.

Le conozco hace casi treinta años y conocía su amor por los libros y el arte  y que gastaba mucho dinero en adquirir este tipo de libros pero no sabía que su colección era tan extensa y valiosa, es curioso como a veces de personas que nos son cercanas desconocemos cosas como estas. Estaba invitada a la presentación de la colección pero por problemas familiares no pude asistir y lo sentí muchísimo. La exposición en un mes ha recibido más de diez mil visitas y casi todas de fuera de la provincia.

Libro de Kells
En mi opinión, entre las mejores cosas que ha hecho el hombre, se encuentran la música y los libros. Ambas cosas te transportan a otra dimensión, otro mundo, otra vida.

Los primeros libros de los que se tiene noticia provienen de los pueblos de Mesopotamia, los sumerios y los babilonios y consistían en unas planchas de barro que contenían caracteres o dibujos hechos con un punzón.

Más adelante se empezó a utilizar el papiro que era un material parecido al papel que se extraía de los juncos de la delta del Nilo, que se enrollaban alrededor de un palo de madera. Eran utilizados por egipcios, griegos y romanos. La longitud era variable. La lámina más larga que se conoce mide 40,5 metros y se encuentra en el Museo Británico de Londres.
El papiro resultaba muy frágil y en climas húmedos se desintegraban en menos de cien años, es por esta razón que gran parte del material escrito en la antigüedad se ha perdido.

Papiro
El pergamino y algunos materiales derivados de las pieles secas de animales no presentan tantos problemas de conservación como los papiros. Los utilizaron los persas, los hebreos y otros pueblos en cuyo territorio no abundaban los juncos, y fue el rey Eumenes II de Pérgamo, en el siglo II a. C., uno de los que más fomentó su utilización, de modo que hacia el siglo IV d. C., había sustituido casi por completo al papiro como soporte para la escritura.

Tener acceso a un libro de la época no estaba al alcance de todos. Desde la antigüedad, predominaban la ignorancia y la superstición, pero se reconocía el enorme poder e influjo que tenía la información para quien decidía obtenerla; por eso, era celosamente guardada.