Días después de la publicación del artículo anterior, se celebró la reunión de Copenhague, reunión ésta a la que asistió el mayor número de Jefes de Estado, que ha asistido nunca a una reunión de este tipo, sin embargo no se alcanzó ningún acuerdo.
Posteriormente se ha celebrado en Sevilla una reunión de Ministros Europeos de Medio Ambiente y nuevamente no lograron superar su división sobre como reaccionar tras el fracaso de Copenhague. Reino Unido, España, Alemania, Francia Bélgica...- quiere ampliar el recorte de emisiones del 20% al 30%, Italia y Polonia se opusieron, con lo que Europa mantiene la oferta que mantuvo en Copenhague pero no mueve ficha a la espera de que lo hagan EE UU y China, que antes de final de mes deben enviar a la ONU por escrito sus planes de emisiones.
Es importante resaltar que la Ministra de Medio Ambiente de Italia, uno de los países que se opone a la ampliación del 30%, se perdió parte de la reunión ya que al llegar a Sevilla se marchó de compras. Que esto suceda en una reunión en la que el objetivo es recortar la emisión de gases con el fin intentar frenar el deterioro del planeta me parece de una frivolidad tal, que siento vergüenza ajena como ser humano.
Estudios publicados por la revista Nature alertan que si no se reduce drásticamente, y con urgencia, las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera, será imposible evitar un calentamiento medio de la Tierra de 2ºC, umbral que se considera peligroso para la vida y que podría acarrear consecuencias devastadoras. Un equipo alemán, dirigido por Malte Meinshausen del Instituto de Investigación del Cambio Climático de Postdam, calculo que no se puede superar el billón de toneladas de CO2 emitidas entre el año 2000 y el 2050, y cabe destacar que el mundo ya ha emitido un tercio de esa cantidad en los nueve años transcurridos desde el inicio del siglo.
Por si no fuera suficiente, el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) vuelve a estar en el ojo del huracán ya que el organismo de la ONU, ha tenido que rectificar y disculparse por asegurar en su informe de 2007 que "los glaciares del Himalaya retroceden más rápido que en cualquier parte del mundo y, si esta velocidad continúa, la posibilidad de que desaparezcan para 2035 e incluso antes es muy alta". Esta predicción se basaba en "cálculos pobremente corroborados", es decir, que al redactar ese párrafo no se aplicaron los criterios de rigurosidad científica requeridos, según reconoció en un comunicado el organismo.
Es imposible que los glaciares del Himalaya desaparezcan en 2035, coinciden todos los expertos consultados, pero también en que este error no puede cuestionar que los glaciares de todo el mundo se están derritiendo, ni la credibilidad sobre todos los estudios que señalan la evidencia del cambio climático ni el conjunto de trabajos del IPCC. "Fue un lapso desafortunado de los niveles de revisión y edición que prevalecen en el resto de las 3.000 páginas de los trabajos del IPCC. No he visto ningún error similar en cientos de páginas que he revisado", asegura Graham Cogley, el científico canadiense de la Universidad de Trent que reparó en la posible fuente del error.
La fecha de 2035 había sido calificada de "alarmista y sin fundamento científico" por muchos expertos e incluso descalificada por el Gobierno Indio. Al parecer, fue tomada de un informe de 2005 de una campaña del grupo ecologista WWF, que a su vez se extrajo de una entrevista de 1999 a un experto en glaciares indio, Syed Hasnain, que hicieron un par de periodistas, de la revista inglesa New Scientist y de la india Down to Earth. Fred Pearce, entrevistador de Hasnain para la publicación inglesa, explica así cómo pudo llegar el dato al texto del IPCC. El científico indio, ha asegurado a medios locales que no sabe por qué el IPCC retomó ese dato que era especulativo, por eso él mismo no lo ha mencionado en sus estudios científicos.
El glaciargate viene a dar un golpe muy duro al IPCC tras el climagate que salpicó la pasada cumbre de Copenhague. Los correos pirateados en los que un grupo de científicos, algunos de ellos colabores en los trabajos del IPCC, aparentemente manipulaban los datos para exagerar el calentamiento, sirvieron a los escépticos para asegurar que el cambio climático es un fraude. Aunque está claro, según los expertos consultados, que estos dos escándalos no están relacionados entre sí, ya que los correos no hablaban sobre los glaciares.
"El error [la fecha de desaparición de los glaciares en el Himalaya] es ciertamente triste y serio y ha contribuido a mucha confusión, debate y algo de política", en palabras de Arun Shrestha, especialista del cambio climático en el prestigioso think tank Centro Internacional para el Desarrollo Integral de la Montaña (ICIMOD, por sus siglas en inglés). Sin embargo, como gran parte de los expertos, considera que un error, por grave que sea, no debe ser usado para medir la credibilidad de todo el informe.
Esta falta de rigor hace un flaco favor al problema, pero de todos modos, lo que si es cierto es que los glaciares se están derritiendo y que el calentamiento se está produciendo y vistos los últimos acontecimientos, entran escalofríos de pensar que sucederá cuando vaya aumentando el calentamiento de la tierra y avanzando el derretimiento de los polos y de los glaciares. En cualquier caso, aunque sea exagerado afirmar que en el año 2035 podrían haber desaparecido los glaciares del Himalaya, es evidente que salvo que se haga algo por evitarlo, tarde o temprano terminaran por desaparecer y aunque esta generación y puede que la siguiente no vean su desaparición eso no nos exime de culpa y de responsabilidad.
La destrucción de los glaciares afectaría a nivel mundial a la destrucción de los árboles y las plantas que son productores del oxigeno que respiramos y que se renueva en parte gracias al proceso de fotosíntesis que realiza. No solo afectaría a las cosechas sino que podría llevar a la extinción de animales, en la generación de electricidad, etc., etc.
Se daría la paradoja de que al subir el nivel de las aguas podríamos morir de sed.
Es importantísimo que se empiece a trabajar y que cada uno aporte su granito de arena y que nos vayamos concienciando a nivel individual visto el fracaso de los gobiernos mundiales para intentar frenar o retrasar en la medida de lo posible el deterioro del planeta y su desaparición.
No tenemos otro, pensar que en un futuro mas o menos cercano se pueda “emigrar” a otro planeta es una utopia que de momento solo ocurre en las películas y novelas de ciencia ficción y aun en el supuesto de que esto fuese posible y pudiésemos “emigrar” a otro planeta ¿Qué pretendemos? ¿no nos conformamos con destruir la tierra que vamos a destruir el universo?, porque volveríamos a hacer lo mismo.
Afortunadamente yo no lo veré, pero eso no me consuela de la destrucción de la Tierra. Un planeta bello, no solo en parajes naturales sino en aquellas construcciones creadas por el hombre.
Si sube el nivel de las aguas, con el retroceso de los glaciares, por poner un ejemplo ¿desaparecerá alguno o todos los pueblos situados en las orillas del Lago de los Cuatro Cantones en Suiza?
¿O llegará el agua a destruir el “Kapellbrücke de la ciudad de Lucerna situada en el extremo oeste del mismo Lago de los Cuatro Cantones, donde surge la vigorosa corriente del Reuss?
Este puente de madera fue construido en 1333. Tras un gran incendio en 1993 fue reconstruido según los planos originales ¿se podría salvar ahora de la acción del agua de los glaciares?
Se estima que la Tierra tiene una antiguedad de 4550 millones de años, según geologos y geofisicos modernos y sin embargo llegar a la situación actual le ha costado al hombre menos de 300 años, con estos antecedentes, por ejemplo, ¿Se podria en un futuro volver a ver el sol del atardecer entre los minaretes de la Mezquita Azul a las orillas del Bósforo en Estambul?
EVITEMOS ESTO Y LUCHEMOS TODOS POR LA CONSERVACION DEL PLANETA