El día 29 de Julio se presentó en el Castillo de los Templarios de Ponferrada la colección Templum Libri, esta colección está formada por cerca de 300 facsímiles de los mejores códices que se copiaron y miniaron en los principales talleres, tanto monásticos, "los beatos” de Liébana, como laicos, y que son obras de arte medieval, así como libros de autor, dibujos de Leonardo Da Vinci, Quijote ilustrado por Dalí, el Codex Calixtinux, la Biblia de Kells, Libros de horas, Atlas, de Historia Natural, y varias obras de arte más.
Beato de Liébana Valladolid |
Esta colección ha sido cedida al Ayuntamiento de Ponferrada para su fondo de biblioteca y exposición permanente, por Antonio Ovalle García, leonés de San Juan de la Mata y amigo mío.
Le conozco hace casi treinta años y conocía su amor por los libros y el arte y que gastaba mucho dinero en adquirir este tipo de libros pero no sabía que su colección era tan extensa y valiosa, es curioso como a veces de personas que nos son cercanas desconocemos cosas como estas. Estaba invitada a la presentación de la colección pero por problemas familiares no pude asistir y lo sentí muchísimo. La exposición en un mes ha recibido más de diez mil visitas y casi todas de fuera de la provincia.
Libro de Kells |
En mi opinión, entre las mejores cosas que ha hecho el hombre, se encuentran la música y los libros. Ambas cosas te transportan a otra dimensión, otro mundo, otra vida.
Los primeros libros de los que se tiene noticia provienen de los pueblos de Mesopotamia, los sumerios y los babilonios y consistían en unas planchas de barro que contenían caracteres o dibujos hechos con un punzón.
Más adelante se empezó a utilizar el papiro que era un material parecido al papel que se extraía de los juncos de la delta del Nilo, que se enrollaban alrededor de un palo de madera. Eran utilizados por egipcios, griegos y romanos. La longitud era variable. La lámina más larga que se conoce mide 40,5 metros y se encuentra en el Museo Británico de Londres.
El papiro resultaba muy frágil y en climas húmedos se desintegraban en menos de cien años, es por esta razón que gran parte del material escrito en la antigüedad se ha perdido.
Papiro |
El pergamino y algunos materiales derivados de las pieles secas de animales no presentan tantos problemas de conservación como los papiros. Los utilizaron los persas, los hebreos y otros pueblos en cuyo territorio no abundaban los juncos, y fue el rey Eumenes II de Pérgamo, en el siglo II a. C., uno de los que más fomentó su utilización, de modo que hacia el siglo IV d. C., había sustituido casi por completo al papiro como soporte para la escritura.
Tener acceso a un libro de la época no estaba al alcance de todos. Desde la antigüedad, predominaban la ignorancia y la superstición, pero se reconocía el enorme poder e influjo que tenía la información para quien decidía obtenerla; por eso, era celosamente guardada.
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